Carta de Febrero

Cuando los sueños se escriben
brota como espuma una densa niebla,
lienzo infinito de una noble batalla
un lento acontecer de blanco y negro

Fiel rocín, callado e indiscutible
en tu montura llevas escrito el camino
que aquél capricho de sed te marcó
como una tregua para aquellos que la buscan

Así, entre mares de tempestades
una voz que apacigua la carne
entra y resucita las entrañas
y las resuena como tambores de sangre

Limpia la noche el ocaso de la guerra
y da lugar a la reflexión y al descanso.
Una luz blanca y escondida me desvela
queriéndola atrapar en un pétalo de rosa…