VOLVÍ LA CARA PARA MIRARTE

Volví la cara para mirarte
y en tu mirada se espejó el niño que te amaba
que te corría por el patio ofreciendo un pájaro muerto
una piedra
una pelota de fútbol embarrada
un funeral en los labios.

Estabas igual con el guardapolvos hasta las rodillas
festejando no sé qué mientras saltabas la cuerda.

Tarareabas. Sí, tarareabas.

Volví la cara para mirarte
y en tu mirada advertí que no me reconocías
que era sólo yo mirando a mi yo en tus ojos,
confundido,
como si estuviese en el patio de escuela y sin saber por qué
persiguiéndote todavía con el pájaro muerto
la piedra
la pelota de fútbol embarrada
y el deseo atravesado en la garganta
como un grito.

Yo no sé si vale tanto la pena jugar a volver a verte
y repetir este recuerdo
como si ya no doliera.

***
Del poemario MANCHA VERDE

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

Un verdadera delicia es tu obra! Mucho gusto

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