Grecia

poema de Juan Diego

En tus calles y avenidas finas piernas que yo siento
Veo y respiro la vida en tus pulmones la alegría en tus nombres
Cada paso en tus extremidades me nutre por mis venas
Y es esta fuerza la que alimenta mi hambrienta curiosidad

El aire puro que recorre por tu cuerpo
Es para mi fuente de inspiración, de creación
La noche llena de estrellas en tu cielo azul
No es más que el espejo más perfecto que la tierra ha conocido

Y en estos momentos en los que tu figura no es más que un recuerdo
Entre miles de estrellas incontables en el espacio
Mi pluma se extingue con un ritmo melancólico
Con el paso silencioso de la vida de tu ser