Las Cornisas, Tus Labios y El Corazón

Admito que a estas alturas no puedo hacer nada,
Que caí de rodillas en la cúspide del sentimiento que dura lo suficiente para no ser olvidado,
Que las batallas de mi huraño corazón no han sido más que incontables excusas de miedoso,
Mi corazón domesticado con sables de amargura y petos de acero inoxidable,
El mismo corazón que fue vencido por la sutileza de tu ternura,
Atravesado por la gloria de tus labios y tus ojos,
De tu sonrisa y tu nobleza,
Y de la finura de tu ausencia,

Que te respiro mujer y ya no encuentra tregua tu recuerdo en mis recuerdos,
Que te besé tantas veces que mi lengua se hizo lápiz y tus labios un cuaderno,
Te besé con ésta fe que ya no cree en nosotros,
Con estos labios que no son besos sin los labios tuyos,
Esos labios que me tocan y me vuelven vida y me vuelven respiro,
Esos labios que me tocan y se llaman huella y yo me llamo arena,

Yo era una muerte y una vida,
Algo fugaz en la planicie que no hacía ruido,
Y ahora por ti me he vuelto infinito, porque comienzo en ti y continúo en ti,
Como arde de coraje mi vehemencia blanca y confundida,
Blanca luz, blanca cama,
Blanca luz, blanca esperanza,

Yo solo me planto en las ventanas con la irreversible condición de volverlas cornisas,
Se vuelven cornisas las ventanas con melancolías,
Con dolores, con deseo, con fotos color sepia,
Con las manos aferradas a la moldura,
Con un deseo mitológico de mirarte frente a frente,
Con los libros de derecho y de Mario Benedetti
Con tu amor y mi amor confundidos en el tártaro de la ética,
Con las manos que tienen imanes y la imprudencia de los remos,
Con tu vida y la mía resistidas vueltas azar,
Un parque,
Unas pupilas dilatadas,
Unos casos desestimados,
Buscándote en la noche y las estrellas,
En los teléfonos que muerden los dedos,
En las lluvias que no te gustan y mi paraguas vanidoso,
En los edificios y las estaciones de metro con pasajes fotográficos
En los besos escondidos,
En las escaleras que descubren los secretos,
Y las canciones que nunca tuvieron sentido y ahora lo tienen.

Así están hechas las cornisas estos días,
De un hombre como éste para una mujer como tú,

Ya éste huraño corazón está cuarteado y fragmentado de tanto artificio que implica el amor,

Volveré a reconstruirlo dócilmente bajo el siguiente término,

Que seas tú,

Quién me lo vuelva a partir.

Comentarios & Opiniones

Luz Inés

Wooow... tu poema me mantuvo en vilo hasta el final... y qué buen final!! Espero leer más de ti... Abrazo!

angelfarrugia_

Hola Lucía, Gracias por leerme, me enteré que la página existe y allí mismo me aliste, he publicado dos poemas más, entiendo que es posible puntuarlos, agradecería no dejaras de hacerlo, un abrazo y nuevamente gracias.

mariposanocturna

INCREIBLE!!!! me encantaron tus letras, un poema apasionado y apasionante. Que bueno encontrarte

Myriam

Apasionante ,Maravilloso poema felicidades y gracias por escribir un abrazo

angelfarrugia_

Rosario, Myriam, gracias por leerme, agradezco se hayan tomado tiempo para detenerse en el poema, un abrazo desde Venezuela.

lisbeth C

tu sonrisa y tu nobleza... sublime poema!

Critica: 
angelfarrugia_

Gracias, que estén bien!

Critica: