¡Feliz sea!

Darte cuenta que todo pasa por un propósito, por un motivo... o por una razón. La soledad no es tan peligrosa como dicen, sino nosotros mismos; no saber cómo y cuánto tiempo ocuparla o apreciarla es el riesgo que corremos. Entender que no siempre tendrás a quien necesitas a tu lado es un dolor casi incurable, claro, si lo sigues esperando.
Dicen que uno no debe esperar nada de nadie y que así podrás estar casi inmune al dolor de la decepción... ¿Será verdad?. Según mis experiencias personales es casi imposible no esperar lo que realmente nos gustaría que pasara... una llamada, una visita, un gesto, un te quiero, un abrazo... una mirada.
Dicen que nada es imposible... ¿Será verdad? Tal vez nada lo es, sólo que no llega lo que anhelamos en el momento que nosotros esperamos.
Dicen que lo bueno se tarda...Pero en el trayecto te desaces y te consumes en pensamientos que al fin y al cabo terminan por cambiarte.
Dicen que la gente no cambia... ¿Será así? Creo que uno mejora o se equivoca y entre experiencias, agujeros y montañas, aprendes... No es más que eso. Aprendes a escuchar al resto aunque digan lo que no quieres escuchar.
Pero dicen que es mejor vivir sin importar lo que el resto diga de ti... ¿Será cierto? Pues pienso que es tan importante como aprender a escucharte a ti mismo. Nadie dijo que debes pensar lo mismo que el que insinuó que eras un irresponsable, un loco, un mal agradecido, un estorbo o un atrevido; pero escucha, analiza y no te alteres; en la vida habrá muchas personas que querrán verte tirado en el suelo y millones que querrán verte vivir.
Dicen que la vida es corta... ¿Es así? Dicen que lo bueno dura menos y que lo malo se hace eternidad. Entonces prefiero que se me haga corta y poder vivir a plenitud y tan feliz como te quiero ver a ti; tan fuerte y débil a la vez para que percibas cada momento, tan sonriente y triste para que comprendas al feliz y al entristecido, tan humano para entender los errores de los demás, tan perdido y con tantas ganas de reencontrarte para que ayudes al prójimo en su confusión.
Al fin y al cabo nadie sabe si la vida es una o son siete mil.
El que cree en sí mismo o en un Dios superior... ¡Feliz sea!
El que cree que es mejor vivir entre colores y aventuras o él que quiera siempre ver gris... ¡Feliz sea!
El que cree que las reglas no son para seguirlas o que realmente son lo correcto... ¡Feliz sea!
El que cree hasta en lo ''imposible'' o él que quiera vivir envuelto en límites... ¡Feliz sea!
El que cree que libertad es igual a soledad o que en compañía puedes volar... ¡Feliz sea!
El que cree que siempre debe organizar su futuro o dejar que las cosas fluyan casi sin pensarlo antes... ¡Feliz sea!
Pero no intente hacer infeliz al que tiene a su lado, al frente o atrás. Que sin querer queriendo la vida y los momentos le hará infeliz al que así les deseo a los demás.

29 de Diciembre del 2015.