UNA PUÑALADA DE SOLEDAD

Jamás salí de ese cuarto de hotel
La botella en mi mano
La música desmantelando mis rencores
Tu sentada en la cama con tus planes truncados
Yo tirado en el piso bebiendo mis lágrimas en tragos de ron
A ti te apagaba el sueño del aburrimiento
A mí me aturdía el odio y la autodestrucción
Bebía para matar esa sombra tonta que me miraba desde la cama
Para matar esos ojos tuyos con presunción de inocencia
Esa carita que no sabía que me hería y me rompía con su gesto de bostezo

Puñalada de soledad áspera y fría
Soledad de un par de espectros en un cuarto de hotel
Soledad de dos lenguajes intraducibles, de dos sonidos sordos, de la ceguera

Jamás salí de ese cuarto de hotel
Ya tenía dentro de mí las calles y las drogas para morirme
Los gritos a las torres de las catedrales ya me desgarraban la garganta
Los insultos a los desconocidos y las peleas se disputaban en mis ojos
Jamás abandoné esa escena triste:
Yo en el piso, bebiendo la ruina
Tu en la cama, durmiendo.