Arma de doble filo.

El tiempo, curiosa arma de doble filo, nos ha dejado sonrisas añoradas, nos ha quitado la pavura con un simple día, mas no nos salvamos del soldado raso que nos despojó las palabras.

La infelicidad que me taladra la espalda, se contagia en la noche en la que te escondes, cubre bien cada una de tus estrellas, que las seguiré para volver, después que el crepúsculo se esconda.

Me llevo todo, mi tristeza, el frio, e incluso tu peca, solo dejo tu tiempo que se te resbala por las manos, mi suerte que nunca tuve, y aquel beso que nunca te di.

Cuando la felicidad le gané a la cobardía, cuando las migajas de sonrisas no me sean suficiente y busque con brio el nirvana, estaré listo para desplegar contigo, aunque el cielo sea tu tierra natal
No es un adiós, de la primavera vistosa, de las frias noches saliste, contemplamos el mejor plano del verano, caí con el último tallo del otoño, y volveré para cubrirte de las frias noches de invierno.

El arte se queda contigo, que se me ha arrebatado del pecho, dejando un hueco donde lo único que falta, es la luna de mis noches.