Vuelve
Escribo para no perder la costumbre
de recorrer ficticiamente tu espalda,
tus muslos blancos.
Escribo porque soy contradicción,
fuego y hielo unidos por El Creador,
y en ti se conjugan imperfectos mis
verbos.
¿Obsesión? ¿Ha de ser este latir
aguerrido un engaño de la psiquis
caprichosa? Pues si es así, ¡Engáñame
mente rapaz y traicionera! ¡Miénteme
para seguir extrañándola! ¡Embáucame
para seguir deseándola! ¡Ciégame
astuta alcahueta para no perderla
jamás de vista!
Y me quedan solo tus frases, tus
escépticos contactos sin confianza,
tu indecisión, pero eso me basta
para vivir.
Cae el agua con las piedras y el barro,
otra vez las nubes lánguidas amantes de
mi espera, decepcionadas, se han hecho
agnósticas, tú no vuelves.
Y no vuelves, y no vuelve el mundo,
las aves de mañana, la cordura del
joven soñador, el horizonte eterno,
el enamorado que buscaba palabras
en las rimas de Bécquer, aquel llanto
consolado.
¡Rompe el esquema advenedizo!
¡El arquetipo de nuestra miseria!
¡Los designios de la imbécil circunstancia!
¡El destino no existe!
¡La moral no existe!
¡El tiempo es un invento!
¡El pasado se ha ido y el futuro
no tiene ni pies ni cabeza!
¡Matemos al miedo, a la pena
tan fortalecida!
¡Ven y creemos nuestro mundo!
Comentarios & Opiniones
¡Engáñame
mente rapaz y traicionera! ¡Miénteme
para seguir extrañándola! ¡Embáucame
para seguir deseándola! ¡Ciégame
astuta alcahueta para no perderla
jamás de vista!
Hermosos versos, e interesante versar. Un placer pasar. Saludos Ignacio Vera