Serenata

Escucho a lo cercas una serenata
algún amado seduciendo a su amada
música transmite canciones para el alma
que busca resguardarse detrás de su nostalgia.
Resbalarse por su vestido acechando su esperanza
seduciendo sus sentidos al compás de una guitarra.

Pocos son los sonidos que someten al silencio
de una forma tan dulce sin herir sus sentimientos,
pacto fortuito que con miradas eternas y sin aspavientos
pagarán el adeudo curando su sufrimiento.

¡Alégrate querida! canta a los cuatro vientos
¡Que me amas! ¡Que me odias!
¡Que soy tu cielo! ¡Que soy tu infierno!
Pero por favor, no te quedes callada
no idolatres al silencio
y comparte con la música todo lo que aún no llevas dentro.

¡Lara-lara-lara-la! ¡Cantemos vida mía!
Que el amor se nos va,
se me va, se me lía
como gotas en el mar,
hermetiza este momento
protégelo con tu calurosa frialdad
escapemos de la rutina
adentrémonos en lo anormal,
pero por favor, amor, de corazón…
¡Lara-lara-la! ¡Cantemos a la felicidad!
Una y otra vez más
hasta que tu melodía despierte a mi ciudad.