ACRÓSTICO, (LO QUE PRODUCE SU FOTOGRAFÍA EN MÍ)

De esta soledad amarga que llama el deseo de estar con ella, me refugio al detallarla en la única foto de donde es apreciable su rostro.

Aparece sonriente, y su mirada despampanante expuesta transforma el ideal sombrío que de este día había tenido.

Miro una y otra vez aquella foto y por vez primera esta sensación de opresión que quiebra mi respiración se ha aplacado de raíz, no sólo por la imagen si no por lo que alcanza a representar en mí.

Al fin hallándome inmerso en este estado de plenitud que desde antes anhelé conseguir, la soledad por más pronunciada no tiene cabida, y por dicha imagen aunque mis ojos no la divisen está presente aquí.

Recorre ella cada uno de los espacios más inexplorados de mí sin que se atreva a intentarlo, y no me puedo rehusar, no puedo tampoco ser renuente a ello.

Imagino encuentros apasionados con ella, y su mirada en la foto se ha grabado perfectamente en mi mente, proclive a hacer sentir como real dichos encuentros.

Sólo basta una foto de ella, un pequeño escrito, inclusive unas pocas palabras que logren darle un sentido a este día, un sentido a mi vida...