A MI PAPÁ FALCONERY

Hijo del valle, del campo.
Al desierto de Atacama
fui a buscar sustento.
Con la fuerza juvenil.
La ilusión que clama
un golpe de suerte.

Las salitreras me dieron,
en medio de la sequedad,
Trabajo, cobijo e ilusión.
Rasgue sus vestiduras.
Abrí surcos y zanjas
bajo el imponente sol.

Un lustro de venas sangrantes,
regando el desierto albo.
Rompiendo roca tras roca.
Sudando ilusiones sosas.
Gota juvenil derramada,
Una a una y mal pagada.

No hay razón para llantos.
La avaricia la pagaran
de tanto en tanto.
Cuando les toque
En la última despedida.
Dar cuentas al de arriba.

Hijo del valle, del campo.
Mas maduro y mal tratado,
El caliche no tiene la culpa,
Ni la soledad del desierto.
¡Obrero regresa a tu casa,
no quiero otra estatua de sal!