ABUELA

Mujer, tu pelo
se ha cubierto de nieve
y tus arrugas señalan
el camino que haz andado.

Ya tus pasos no te siguen
ya no es inquieta tu mirada
y tus manos seguras
temblorosas se ven.

Abuelita, si pudiera otra vez escuchar
de tus labios esos cuentos
que tejidos de quimeras
me hacían dormitar.

No ves que yo te quiero
¿por qué te quieres marchar?
si yo tan solo te pido
que me vuelvas a mirar

Porque estas tan quieta
¿ya no me quieres hablar?
por que estas tan helada
¿no tienes con que abrigar?

Tus ojos ya no tienen
esa luz celestial
por que miras tan fijo
hacia la eternidad.

Abuelita, tu no me enseñaste como decirte adiós
tan solo yo te digo, espérame por favor
no me dejes aquí solo
que yo necesito tu amor.

Héctor Alvarez