Sombrío, riego desierto

poema de Park Guiss

Mi alma se despedaza
como flor marchita de alameda
dulce cae bajo su mirada,
herida y toda inflamada
cae en consuelo eterno
de un viejo consejo,
que lo libera de su opresión
y mucho mas su dolor,
al saber que es mejor
un joven y sincero amigo
que solo un príncipe amargado,
porque prefiero vivir la alegría
de sacarme muchas medallas
de felicitaciones por mis hagallas,
que vivir lamentando
por un amor desgraciado.

III
No es la temporada de otoño
y siento caer mi corazón al suelo
como un frondoso árbol
hecha sus hojas al viento,
y comienza a disecarse por dentro
evitando incluso la absorción por sus raíces
y se alimenta de lombrices
envueltas de veneno,
para finalmente quedar sombrío
y que pese al riego quede desierto,
para poder volver a nacer
con un fruto no bien abandonado
pero lo suficientemente fuerte
para resistir la tempestad
que solo un abrazo no puede curar
sino la alegría de saber
que hay un Dios que te ama cada día
y que es bondadoso en amor, sin codicia.

III
Quiero felicitar al sinvergüenza
que me saluda sin problemas,
con la cara manchada de hipocresía
después de que le dedique la mejor poesía
no solo con un arte literario
sino con mi compresión y cariño
para que sea feliz, el muy cretino,
que apuñalo mi alma
con una sola mirada.