Dopamina
poema de Lola Amapola
Receptor de señales
estiradas
en el espacio tiempo.
La migaja de quietud,
el atisbo de estabilidad,
incompatible
con el frenetísmo crónico.
Me das un poco de esto,
me das un poco de espacio
cubierto de techno,
juventud,
movimiento
espasmódico,
hip hop,
trance
y me olvido.
La quietud,
la migaja de quietud.
Haré de esto
un instante
de eternidad.
Lo encierro
en el hipotálamo.
Glándula pineal
rebosante
de hormonas.
Dopamina,
serotonina.
Salta en un espacio
diminuto;
quiere salir volando.
La quietud
no será nunca
crónica,
pero puedo
engañarme.
Puedo hacerlo
por un instante
y puedo hacer
del instante
un infinito;
un infinito engaño
mental.
Comentarios & Opiniones
Y a veces la dopamina pasa sin tomar
Nada.me encantó este trabajo felicitaciónes y saludos cordiales.
Bien Lola, te veo, dicho con todo respeto, camino al yogui.
Saludos y estrellas!!
Sigue escribiendo, nos haces un gran favor a todos tus lectores. Un saludo y hermoso texto.
Comenta & Vota