Pasado de las 11

Pasado de las 11
La luna se derrite ante mis ojos,
el cielo, chorrea oscuridad
Acostumbro a cantar con las moscas.
Acostumbro a cortarme los dedos.
Acostumbro a recordar.
Y estancado en la memoria
jugando con mis pétalos de plomo
me llaman a la puerta:
Me mira, sin un ojo
me toma, sin un brazo
me habla, con los labios sellados,
con su piel púrpura, que pide conquistar.

Me levantó del cuello,
era lívida, fragmentada,
era humo, espiral;
me azota sobre el suelo
y en vapor, se me infiltra por las cuencas de los ojos.

Qué sabor tan pesado
tan sonidos de desgracia
sabor grisáceo de lo que nunca retendrá.

Ya ella se paseaba por mi cuerpo,
ya trémula me empezaba a azotar.
Y la sangre negra y el ardor fue cielo
y los grillos, recordaban soledad.
No sé si fueron horas o minutos
pero cuando ella, se hizo estrella fugaz
y se desprende del deseo
y se evapora de mi cuerpo,
comprendo que he perdido un ojo,
un brazo,
la mueca de mañanas,
la pierna y el silbido
el anhelo capital.
Y mutilado, hambriento y sin fe
me pongo a buscarla, como la encontré
Entre siete sílabas...
Pasado de las 11.

Comentarios & Opiniones

Dary

es un gran poema, admiro las letras y la capacidad de fluido de las mismas, saludos, me agradaria que pasaras a leerme.

Critica: 
Gabriel Corona

Muchísimas gracias. Ha sido un gusto.

Critica: