No hay algo.
Las palabras, están vacías. El ritmo, es casi nulo.
Mi interior, parece haber cerrado con candado, la puerta que encerraba a aquella voz...
Y ahora esto, sonidos grises que buscan ser lenguaje, que nada comunica.
Humo de cigarro, tiempo no invertido, espirales de vacío que recorren mi boca y mi garganta.
Y ese bloque de concreto que se impuso ante mi pecho, como un guardián, severo, que se opone a la derrota.
Está puerta estaba abierta, el piso se caía a pedazos, la humedad había entorpecido la pintura, apenas la luz se atrevía, a desnudar a un par de gotas, apunto de caer.
Pero es cómodo, después, cuando el tiempo hace lo suyo, ahí está, mirándome, se acerca, toma el celular y empieza a escribir:
Las palabras, están vacías. El ritmo, es casi nulo...
Comentarios & Opiniones
Amigo Gabriel, le puedo decir que escribe muy bien. Al menos logra trasmitir cosas que para cada quien serán diferentes. Eso es lo que importa cuando se escribe; ser el pie forzado para la historia de alguien más.
Saludos desde Cuba!
Me gustó mucho escrito de corazón!!!
Muchísimas gracias por los comentarios. Es inspirador que a otros les guste o se lleguen a identificar. Saludos.