Somos fuego
poema de Salvador
No dejes que el fuego se extinga,
Ni que la nítida llama, estrepitosamente se convierta en humo.
Y no me refiero al que se alimenta de ramas distintas,
Sino al de tu alma, que emana calor, de pasión, puro.
No dejes, te suplico, que se apague,
Ni tampoco que tu ego opaque tus virtudes.
Porque luego, pronto sabrás que de nada vale,
Que te desmorones a pesar de los aludes.
No dejes que tu fuego se apague,
¡Que su viva llama ilumine tus rincones!
¡Que su cálido gusto invada con sus sabores!
¡Que su alegre silueta, baile hasta en los mares!
Comentarios & Opiniones
Muy buen poema. Felicitaciones!
Caballero encuentros vuestras rimas melodiosas, suaves y expresivas.
Reciba cordiales saludos.
"No dejes, te suplico, que se apague,
Ni tampoco que tu ego opaque tus virtudes.
Porque luego, pronto sabrás que de nada vale,
Que te desmorones a pesar de los aludes."...
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