Pluma.

Baila entre mis oídos, entre la pupila
Entre el aire, tan cerca, que en mí orbita.
Tan radiante, tan efímera, tan molesta
No dejándome tranquilo, un instante siquiera.

I
Así cada instante sería sin ella, sin ellos.

Mi pluma y el papel no han de cansarse, esta es mi desfogue.
Sentir el fluir de mis penas tras mis líneas,
Como el arroyo
Libre, recorriendo lo que se le antoje…

II
He de llorar a veces, entre mis cuatro paredes,
De reojo, al papel y la pluma, mis confidentes
Artos en sus memorias, quizá por el concurrido eco de mis escritos,
Lastima han de sentir, por ser yo, su estúpido.
III
Y es que evadirlo no deseo, no puedo.
¿Quién ha de leerme entonces? Si son los únicos
Aquellos, con los quien soy el que quiere ser, el que es.
Y si algún dia los dejo en el olvido…. ¡de que hablo!
Eso jamás ha de ocurrir.

IV
Por ello repito, que mi pluma no se cansa
Más aun en los momento que intento ser la víctima,
Sabiendo que soy el culpable.
Culpable de mis fracasos, de mis errores innegables.

V
De ser quien soy, y no el que pudo ser.
De la suerte, del ayer.
De esos pensamientos pesimistas.
Que cada una de esas batallas, parecen ganar.

VI
Se han ido mis ganas de sonreír hoy
Fugaron audazmente, carcajeando
¡Ya volvemos! –dijeron-
¡Perros!, ¡perros! No escuchan… rendido me doy.

VII
Han de alegrar otros oídos,
Pero sé que han de volver,
Lo sé
Aquí en mis recuerdos.
….