La Flor

Igualándola con tu hermosura
sencilla y de colores sutiles,
la tomo deseando ofrecértela
belleza para una belleza en miles.

Irónico que no tengo el valor
quien sabe si algún día lo tendré,
pensando en ti la tomé,
aunque no sepas que es para ti.

Ojalá llegue el día en que te regale esta flor,
a la que le arrebate la vida solo por una razón,
entiendo que fue en vano mi desesperada acción,
pero si pudiera vivir sin el te daría mi corazón.

Y prefiero que muera en tus manos
antes que muera en las mías,
ya que al morir en tus manos
en ellas vivirá el resto de mis días.