Bolero: La triste vejez
poema de Flor Silvestre
Yo solo les pido que escuchen mi voz, no miren mi rostro
El que lleno de arrugas ya marca mi vida vejez.
Mi niñez fue muy sola, y nunca tuve con quien jugar, solamente
aquel perrito que siempre me acompañaba, cuando yo iba con mis padres
Para el campo a trabajar.
Y ya siendo jovencita, escribía mis canciones, las que yo soñé cantar,
pero el destino cruel se cruzo en mi camino , burlándose de mi y aquello
Que tanto yo sonaba jamas lo pude hacer. Hoy soy una frustrada y se que es imposible
Tener mis ilusiones y falsas esperanzas, que ya no pueden ser por la triste vejez.
Y ahora tan solo vivo con el recuerdo de aquel lejano ayer.