Volver a ser

Y es que algunas noches te pienso,
al menos más de lo que te pienso por los días.
Cómo podría no hacerlo
o sentir siquiera de otra forma
cuando te sigo recordando
a pesar de que se que no debería,
y sin embargo te espero.
Te espero como quien espera que las hojas no caigan durante el otoño,
o como la esposa que espera a su marido y su regreso de altamar,
sin esperanza y con desesperación.
Y por eso escribo.
Escribo para no ahogarme en palabras no dichas,
en versos no escritos,
en historias no contadas.
Escribo tal vez esperando puedas leerme en algún recóndito lugar del universo,
y sientas como yo siento,
y veas lo que yo veo.
Escribo esperando a que quizás alguna fibra se remueva,
con la inútil sensación de volver,
de volver a ser,
pero ya no ser yo y ser tú,
sino volver a ser uno.
Volver a ser todo.