No todas son mis musas

Unas llegan para irse
Y otras nunca llegan
Pero las sientes en tu piel,
Como recorren tu vida.

Unas son de piel y otras de tinta,
Son tan iguales como distintas,
Son brillantes y oscuras
Como una perla negra,
Una joya para nuestras vidas,
Sea que las recuerdes o que las olvidas.

Nos quitan y nos dan días,
Suben y bajan el valor de mis palabras,
Con cada letra que madura
En la calidez de su brisa,
Cuando sonríen y la luna se vuelve oscuridad.

Todas le pertenecen al poeta,
Pero no todas nacen y mueren
En el pecho del escritor
Cuando todo se desarrolla en el papel,
Al vaivén de las olas del destino.