Muero en metaforas

Mi alma es inmune a la realidad
No hay forma de dañarla,
Solo yo tengo esa terrible habilidad
Con mis colmillos y garras.

Tengo más de un escalón
Por subir en esta montaña
Bañada de patrañas y entrañas congeladas,
Nacidas de las dulces mentiras y las verdades más amargas.

La paz se esfumo cuando con un tratado
Enrolle un cigarro de tabaco cubano,
Daré lucha contra la vida
No sufriré sin sacar hasta la última gota
De las palabras que vuelan sobre mi mirada exhausta.

El mundo me volvió inmortal en cada segundo,
Muero antes de respirar de nuevo
Y renazco en cada suspiro de los humanos,
Soy hijo del tiempo y de la maldad del hombre,
Seré el demonio de las pesadillas de los débiles.

Nací en verano a mitad del infierno
Somos más reflejos de mi contenedor
Que rayos del sol sobre mi espalda,
Se quema y marchita mi piel bajo un día despejado.

Solo soy libre cuando devoro las cadenas
Con que escriben mis venas sobre el blanco,
Conquisto y esclavizo mis demonios o mis emociones,
Sinónimos de mis llamas internas y mis lesiones.

Soy más feliz que triste
Cuando clausuro los sentidos
Con un café, lápiz y papel,
Solo una buena compañía resta
Para hacer mis horas perfectas.

Si tengo malas letras es un rasguño
Sobre el muro de la belleza,
Son más contenido taciturno que llagas
Sobre la mente y el corazón del mundo en llamas.

Me pierdo en el laberinto de mis verdades
He perdido mis mapas, brújulas hasta las llaves,
Convivo rodeado con soledades y mujeres
Que no tienen cuerpo, solo una silueta entre mis pestañas.

Tanta motivación y hambre de pasión,
Llenas mi cuerpo de vacíos
Que debo llenar devorando mi propio tiempo,
Me hago viejo y sabio de probarme a mí mismo.