Despedida

poema de eze

Estaba durmiendo profundamente
escuchando a la sangre de un ángel
gotear sobre mis sueños oscuramente
cuando sentí que de repente
alguien tomo mi mano
tan pero tan tan fuerte
que hizo crispar a mi alma
queriéndola arrastrar hasta la muerte
Fue cuando entonces comencé
una desesperada lucha por despertar
mi cuerpo transpirado se retuerce
y mi corazón congelado en el umbral
se desvanece gritando sin poder gritar

Hasta que al fin abrí los ojos
y muy asustado que sin dudar
corrí al patio de mi casa a buscar a Dios
para poderle preguntar
que había pasado esa noche
con mi alma en mi soñar
Y el mando al viento entonces
a mis oídos a susurrar
fue un amigo tuyo
congelado en la calle que encontró el final
y solo vino a despedirse
triste y sin poderte hablar