Autografiando culos

poema de Emil Cerda

“Esa tipa me puso en modo volátil,
Y mi mejor amigo era un proyectil;
Sólo faltaba mi orden de dirigir
A tal pluma con tinta, sinónimo de lápiz.

“Hicieron filas,
Eran divas;
A la morena, le dije: «Tú primero».
Ella me dijo: «Yo lo quiero
Cerca de mi piercing del lado izquierdo:
Que diga: Comillas, un escritor muy cierto».
La otra, la rubia, se desnudó;
La suerte es que yo era actor,
Y la besé, y le encantó,
Y me bisbiseó:
«¿Ves que es fácil rimar con pasado
Y con agudas, mi amor?
Ponme eso bien proyector,
Que se pronuncie: Emil estuvo aquí;
¿Quién tentará a este escritor?»

“Una llamada Romina,
Me dijo que era de Las Minas,
Me suplicó: «Ay, Comillas,
Enardecida estoy de caligüeva;
Chamo, besarte me da culillo,
Pero como sé cómo eres de cabilla,
Y que mi vagina es conejo,
Autografíame el culo de negro;
Y ponle: ¡Ay qué rico,
Emil es el primero!»

“Una de Atlanta, nombrada Rose,
Me dijo que yo respiraba hondo,
Se quiso burlar de mi narizón.
«What do you do, Emil?»
«I’m nosé.»
Se burló, se rió, se partió,
Se lanzó encima mío,
Y me susurró:
«I want you to fuck me.»
Y me puso la mano en su poto,
Me chupó los dedos
Y me entredijo de nuevo:
«Yo sé muy bien que tú eres un escritor nuevo;
Tienes cinco años, pero fóllame culero,
Perdona por mi mal español,
Pero te lo diré de nuevo:
‘Put your dick at my mouth’, Billy Bob».

“Llegó una de mis favoritas: La pelirroja
De la cual ni su nombre me acuerdo.
Su culo me puso en desacuerdo,
Pero sus vellos púbicos rojos me pusieron cuerdo,
Como si fuera el cuervo
Que traiciona a su dueño.
¡Oh my Godness!
Le dije: «Ven acá coño,
Ponte de ese lado».
Y puse en su ojete mojado:
«La lujuria es Emil»;
Y ella, que sufre de ‘spanking’,
Me hizo ladrillos:
«Ay, Emil, me encanta tu viril.
Fírmame con el tintero completo,
Con una felpa bien dura y llena de deseos.
¡Ángeles! Qué rico me azotas, Comillas,
¿Ya le hiciste el amor a Poesía?
Es porque sé lo celosa que es».
Y ella, estrenó a sobar mi pene desde mis zaragüelles.

“Llegó Angelina, y era hermana de Angélica;
Era su voz angelical
Como la su coño, llamada Ángela.
A esa se lo metí como miles de veces:
En posición del ‘Amazonas’, ‘Flor de loto’,
‘El momento del zen’;
Y en el álveo la calibré como a una moto,
Se puso sus pinzas en su toto,
Y me voceó:
«¡Esto es el mar, investígame, buzo!».
Y yo, siendo un buso,
Le dije de abuso:
«Mis intenciones son de abstruso».

“Yo sonrío,
Y soy un grillo.
Ensanchefero soy
En Quisqueya estoy,
Pero… yo mismo me contradigo:
Gracias por todo, Gemidos”.

Comentarios & Opiniones

Mario Red

Jejejee buenas letras Emil

Critica: 
Emil Cerda

Mario, también las escribo por experiencia.

Critica: