Forajido

Un día me senté con un libro en la mano para aplacar mis ansias de sabiduría lo que eché a mi mente no me hiso sentir mejor, antes que ganar, me sentí preso de un saber que no es para iluminar, si se atreven a preguntar por ideologías baratas, las que regatean con leyes y juegan con creencias son las mejores.

A este mundo párese que le enseñan a olvidar, ese es el pecado por el que nunca vamos a cambiar las lágrimas de los ojos, por la sonrisa del rostro, las migajas se juntan y pregonan vida para quienes de lo mucho son dueños.

Quiero uno de esos viajes en los que te subes te vas y no conoces regreso, quiero la dicha de que se me conozca cómo forajido al que le gobierne la ley de la vida sencilla.

Hace mucho que ya no me preguntó por ti, la ingratitud de tu presencia, en las miradas de desconsuelo hace que ya no existas para mí, me llamaras loco criminal para aludir mi irreverencia hacia ti.

Adiós vida de la muerte, virtud de olvido mansedumbre de la nada, ideologías de las almas inmemorables.
Ed……