TRIZAS

poema de Fray Lucho

El brillo de tu amor me acaricia,
invitándome con su calor a agradecer,
sintiendo en mi presencia tu acción divina,
aun sabiendo no merecer.

Invádeme oh presencia misteriosa,
deleita mi mirada con tu ser,
limpia mis oídos del ruido
que necesitado estoy de tu acontecer.

Si por la noche me visitas,
en la mañana permanece al atardecer,
que viva en mi tu aliento que inspira,
para mostrar día a día lo que no puede ser.