Mecenas gris

Un bruto inoperante,
una delineada manera de ver el mundo...

Torcidamente...

Una perla en el fondo,
una decisión sin ánimos,
una verdad soslayada en la vendimia del receso...

Una escena simplificada entre alcohol y
el ambiente ilusorio...

Manchas en el decibel,
manchas en la mano,
manchas en la respuesta,
en la misma pregunta,
brutales minutos,
decentes binomios,
niños,
gritos,
necesidad...

Un gruñido,
una posición,
restos,
huellas...

Caminos que se recorren con lágrimas secas,
nichos cerrados sin restos que guardar,
solo palabras que no se olvidan,
pero que perecen guardadas...

Pasos devorados de a pocos,
por el viento, por el tiempo,
por el miedo...

Negras nimiedades,
blancas dimensiones,
grandes bendiciones no tomadas en cuenta...

Reseñas de una vida tirada a la basura...

Una brillante y promisoria existencia...

Una perpleja mirada desde un balcón,
con un quejido y un ¡dios! murmurado...

Es hora de pasar de página,
de coger el sencillo y regresar a casa...

Y pensar que todo está bien...

¡Todo está bien!