TE BUSCO Y NO TE ENCUENTRO

La sombra de una tarde cualquiera en el estío
arrastra a mis sentidos muy triste recordar,
y cuando miro al cielo, un poco deprimido,
mis labios ya no te hablan, perdieron su camino,
perdieron tu sonrisa, perdieron tu encantar.

Te busco y no te encuentro, porque ya te fuiste al cielo.

Las hojas de las copas que viajan hacia el suelo
pregonan que los años volvieron a pasar,
se fueron muy tranquilos, pausados y discretos,
mis ojos ya no miran tus ojos tan coquetos,
han muerto en el silencio, murieron de llorar.

Te busco y no te encuentro, porque ya te fuiste al cielo.

Las nubes tan lejanas se mueven con acierto,
ya saben el trayecto que tienen que tomar,
un poco ennegrecidas provocan aguaceros,
me acuerdo que en verano, tan frágil fue tu cuerpo,
tan triste tu partida, más triste mi buscar.

Te busco y no te encuentro, porque ya te fuiste al cielo.

El sol de medio día, tan frío es como el hielo
allá por las montañas que vieron tu criar,
a veces el futuro se muestra tan incierto,
y yo que te esperaba con tan feliz anhelo,
y tú que te marchabas, volando, hacia tu hogar.

Te busco y no te encuentro, porque ya te fuiste al cielo.

Las flores que adornaban la mesa de los sueños,
aún secas me miran, las quise ahí dejar,
se han vuelto como estrellas, tus manos que se fueron,
tan puras, tan perfectas, tus últimos recuerdos,
recuerdos de mi vida que nunca volverán.

Te busco y no te encuentro, porque ya te fuiste al cielo,

Las hojas que preservan palabras muy hermosas,
canciones y poemas, ¡que nunca pasarán!,
sufrido guardo entero tan placidos momentos,
todo mi ser extraña, se ha vuelto un desierto,
quizás en otra vida, nos vamos a encontrar.