En amoroso pensamiento y perpetua alianza

poema de Cuentista

EN AMOROSO PENSAMIENTO Y PERPETUA ALIANZA

Habiendo malgastado mis días de alegría en existencia
llegó la hora a lo que los mortales de este mundo llama muerte
no fui yo, sino Isadora.
Al principio, pude soportar su destruida vida (su eterna marcha)
mas la mía se absorbía soportando a los vivos
y no quise sin consuelo, aguantarlo más.
Por supuesto, mi pena estaba dilatada en infinita condena
siendo inflamada e inflamable,
el gran silencio de noviembre me conquistó ¡hacia tanto que no besaba a una mujer!
A punto estuve de perpetrar mis pensamientos (vivir... o morir)
pues no lo hice
a cambio, mi mente ya no me habló.
Al repicar el último pajarraco (del atardecer) cuyo nombre desconocí
inicié una caminata muy, muy alejada la sobremesa
mi estabilidad se desmoronaba ante el romanticismo razonado
y fue mi paseo culminado sobre la tumba de Isadora,
allí yacía el cadáver
en amoroso pensamiento y perpetua alianza
abracé su sepulcro con el peso del amor
abriéndose este de par en par,
la aparición concebida en ese momento fue la suya
¡Por los ángeles que nunca complacería! Ella era
la rocé con la yema de mis dedos, y los fríos se tocaron encabritados
mas no duró ni gocé el momento
absorta a mí, (atónita en exageración) se alejaba en un dulce caminar
ni su nombre afirmado resumía el desprecio ¡Isadora!
Una rosa le ofrecía a la hidalga que se fue
pero ella ya no la veía,
sus pies la guiaron a un sepulcro marmolado
amaneciendo en él un cadáver de muerte doncel
Isadora prendía ahora en otras manos
de rodillas quedé, sin resuello ni palabras
observando a los esposos en la proclamada muerte
el amor vivía (sobre los restos mortales)
ante mí, se amaron los difuntos en frenético ritual
y ya no pude nombrarla más.

“Cuentista 2017”.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Bellísimo,un gusto pasar saludos y beso.

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