¿QUE ME HAS DADO?

Gritaste ufano movido por la ira,
fue tanto el odio reflejado en la mirada
al decirme:
¡Eres una interesada!
¿Qué me has dado Aracely?
Aún me cuestiono:
¿Que hice para merecerlo?
Ya ni siquiera fui digna de que llamarás
madre
Y yo embargada por el dolor
Solo atine a decirte:
¡Te di la vida!...
Pero al pasar las horas,
sumida en el sopor de la decepción,
me digo una y otra vez
fue tan poco lo que ofrende,
contados los sacrificios
que no ocupan lugar en tu mente.
No quiero enumerar noches de desvelos,
días aciagos sin un mendrugo de pan
en la boca; porque mi único afán
era brindarles lo mejor…
Pero quiero que recuerdes siempre:
Que cuando me necesitaste siempre estuve presente,
cuando perdiste la brújula del destino,
tomé tu mano fuerte para sostenerte,
y no permití que te perdieras en la obscuridad
de la tristeza que provoca el fracaso…
Compartí el centavo que poseía,
pues despilfarrabas sin medida,
haciéndole honor a quien no merecía…
Y no es reproche, ni espero pago alguno,
Solo es para que estés consciente
que fue mucho lo que pude hacer por mí,
pero sacrifique sueños, ideales propios
por ofrendártelos a ti…
¿Que tengo errores?
¡Claro! No soy perfecta
Soy tan humana como tu,
también siento, me duele,
me canso, pero…
¡Soy tu madre!
Aunque no te parezca.
Y reconoce:
Que si estas donde estas,
Que si eres lo que eres,
¡Es por el sudor de mi frente!…
Y esos enormes sacrificios…
¡No tienen precio!
Pues cuantas madres hay
que dejan a sus hijos a los deriva,
o que les dan una vida de carencias
y dolor por no tener el valor
de luchar contra corriente
darles un futuro prometedor…

Aracely Casas
Octubre 21, 2013