Un olvido sobrenatural

Te besaba desesperadamente, te acariciaba como el viento lo hace con las montañas, aún así, te he perdido en la niebla del temor. Caminé ciudades gigantescas, entre la niebla veía tu silueta, el sol no penetraba, el día y la noche se convirtieron en una mera ilusión de un hombre exhausto.
Cuando la niebla se acabó llegue a un punto de incertidumbre demencial, no sabía dónde estaba, casi te olvido, pero cuando todo se iba, apareció un rayo de luz que descendía en forma angelical del cielo. Cuando se posó frente a mi insana existencia el temor se fue, todo atisbo de niebla se esfumó, podía mirar todo a mi alrededor, mi mente volvió y la ilusión de volverte a ver lentamente desapareció, aunque me aferré a tu recuerdo este simplemente se fue.
Hoy recordé que una vez el cielo me ayudó a olvidarte, hoy recordé que hubo un día que la niebla finalmente se fue de mi vida.