Mi musa atemporal.

poema de Raz

Secuestrado por mis sentimientos y torturado por tu belleza
Apareces en mis sueños y despierto con el sabor de tus dulces labios
Tal vez sea la ilusión de tu mirada clara y tus ojos oscuros
Tu andar, es como la noche, tranquilo y silencioso
Tu escudo son tus grandes ojos tan expresivos y tan llenos de vida.

Supiste ver la tristeza detrás mis ojos, viste directamente a mi alma, sentiste lo que mi mascara esconde, entonces, ¿Por qué resistirnos a lo inevitable?, dejemos que nos guíe y nos lleve a donde queremos estar, a un beso de distancia, a un suspiro de tocarnos, a una mirada de sentirnos, a un abrazo de nunca separarnos, a un "te quiero" escondido, jugar a fingir que solo uno de los dos es el que quiere no va a ser suficiente, porque al final, los dos queremos, pero uno tiene que ayudar al otro a saltar al vacío, sabiendo, que nunca te dejare caer, porque yo siempre seré tus alas.

¿Qué puedo hacer?, si cada vez que sonríes me dan unas ganas locas de besarte para tapar tu boca con la mía, y así, solo mis labios serán testigos de tu hermosa dulce y tranquila sonrisa.

Lo sé, no tengo remedio, es el dulce tormento que me causan tus ojos, tu voz seductora, tus largos cabellos negros como la mismísima noche, como la noche de mis poemas, como la noche que hace que me desvele pensando en mil historias a tu lado, viendo tus labios pasivos profesar palabras de amor que como puñales se clavan en mi corazón, y, son esos mismo labios lo que hacen arder mi alma de pasión cuando me hablas, me pierdo en ellos y en tus voz que me encanta, es la magia de tus palabras dulces lo que me hace estar así.

No sé si pueda seguir viviendo con esta pasión que me consume; me gustas de una manera que desconozco, mi corazón te quiere racionalmente y mi mente te piensa con pasión, y al parecer, mis ganas de besarte, y tus ganas de evitarlo se pusieron de acuerdo, porque nadie más tiene en sus labios el sabor de nuestras bocas

Y si quieres, las piezas rotas de mi corazón las puedes unir al tuyo y así completarlo, porque tal vez di mucho de él y solo me quedan retazos de lo que fue alguna vez, un corazón flameante de pasión, pero ahora solo quedan cenizas de un pasado incandescente, pero en el tuyo sé que brillaran, haciendo que la noche, tu alma, se ilumine con las luces de mis estrellas.

Quisiera que estas palabras convertidas en besos rozaran tu alma y volaran con el viento de la mañana, así sabrías que soy yo, al otro lado del silencio, el que te manda estos besos que sientes en la brisa que roza tus mejillas.

Con tus fugaces sonrisas llenas mi alma con tus girasoles, siempre buscando el sol de tus incandescentes ojos fugaces.

Y si este poema no te llega al alma, deja que lo haga uno de estos besos, que si bien son tuyos, aun no puedo dártelos, dueños de mi corazón y esclavos de tu silencio, déjame confesarte en un instante, déjame suprimir tus dudas, déjame arrancarte de un beso todo tu miedo, y déjame llenarte con esto que nació desde la primera vez que te vi, desde el primer segundo en que nuestras miradas se unieron y nuestras alma se tocaron.

El eco de este sentimiento que causas en mí, resuena en el infinito de mi mente, y en cada esquina de ella, un suspiro grita tu nombre.

Espero no parecer atrevido con estas palabras, ya que todas son dictadas por mi alma y escritas con estas manos que ansían acariciarte, ya que tú eres, mi musa atemporal.

Dedicado a mi Diamante Negro, mi musa atemporal...

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