Seducción.
poema de Celeste Alma
Te quedaste atrapado en mi castigadora mirada.
Solo te miré un instante y retiré tu camisa...
Rendí pleitesía a tu cuello con mis labios;
sublimé mi saliva en tu piel.
Viniste a mi como atraído por imán...
Seducido por mi aroma, te tornaste un potro salvaje
y dejaste tu cuerpo a merced de mis labios bordadores de placer.
Devora esta bocanada de libertad
antes de gozarnos otra vez!
Sígueme en esta noche bohemia, acorde del saxofón.
Sinuoso y sensual como estas curvas del humo
de mi cigarro, a las diez.
Comentarios & Opiniones
Me encanta el final
A mi tambieeeeen!!!!!!!!!
Lo de él lo entiendo, pues es lo normal en un hombre. Más interesante la forma de expresarse de ella, pues me descubre lo que siente una mujer. Y muy sugerente la comparación del sinuoso saxo (¿sexo?) con las volutas del tabaco.