Las Mentiras de Disney

poema de Carolina

Criados con los mismos cuentos, haciendo que las niñas sueñen con ser princesas y los niños los príncipes que las rescatan.

Enseñándonos a ser refinadas, tener modales, vestir con faldas y ropa arreglada. Ellos queriendo ser hombres, educados en la fuerza, en la supuesta fortaleza, alejados del consuelo del llanto y cayendo bajo el manto de los falsos sentimientos.

Nos enseñan como hablar, andar, vestir, a depender de la fuerza masculina, y a esperar. Esperar a que llegue ese principe azul, cabalgando sobre su blanco corcel; para salvarnos de la torre en la que vivimos repudiadas, para salvarnos de nuestro sueño eterno, o de la muerte a la que nos ha sometido alguna bruja.

Nos enseñaron a temer a los dragones, y a que las brujas son las que nos condenan,brujas feas, malas y visteinedo túnicas, qeu nos hechizan con manzanas con varitas mágicas.

No nos avisaron jamás de que la gente podía cambiar, que las brujas se camuflan incluso como princesas. Que el amor verdadero no es tan simple, requiere paciencia y espera, pero no solo por parte de la princesa. No nos enseñaron que una princesa también podía luchar, ni que a los príncipes se les dejaba llorar; por que al fin y al cabo todos somos humanos.

No me enseñaron a amar, solo a aceptar a quién viniera en mi busca. "Aceptamos el amor que creemos merecer", esta es la frase por a cual cada cuento debería regirse, y que todo autor y persona debería adoptar como suya. Enseñándome esto, habría tomado otras decisiones, habría aprendido a amarme y respetarme, para después saber si es verdadero el amor que me muestran los demás.

Pero no es esto ni de lejos, lo que a mi más me molesta. Lo que me duele y hiere una y mil veces, es el simple hecho de que nadie me avisara de que también te puede salvar una princesa...