Papel en blanco.

Y va pasando el tiempo y en la boca
se queda ese sabor a mota cósmica,
se van por la ventana, como el humo,
detrás de una paloma que pernocta,

las ganas de acabar, de hacerte a un lado,
se van por la ventana; lentamente.
¿Y qué le importa a nadie lo que siento?
¿Por qué me dejo el alma, lo que sobra?

¿Por qué te dejo aquello que me importa
en el más fiero albor?; maldita hoja...
si no serás capaz de darte cuenta

ni haré grandioso valle, ya tan árido,
de ti, de tu mirada, de tu sombra,
porque de amor por mí, hoy, vives seco.

Mis disculpas, sinceras, a todos los buenos poetas de esta página, que cuidan y miman lo que escriben, a todos los que le dan forma real a este arte de decir lo que sentimos en forma de versos.
Lo siento!