MUERE LENTO EL DÍA

poema de Carlos Brid

Muere lento el día, se aferra a las agujas del reloj para que no avance en su inexorable camino y con sus dedos de aire se abraza a sus paredes de cielo para retener al sol y a los milagros de la luz, que también es su milagro de querer seguir viviendo.
El sabe que es único y que sus momentos son su don y su condena, pero igual no acepta su final y lucha con los ojos cerrados para no ver lo que el destino le impuso, un principio con historias o historias que comienzan y un final con palabras o palabras que no tendrán final. De eso se trata esta vida que sin principio ni final tiene a los días como palabras para que el hombre,yo un hombre o tu a quien no conozco escribas con tu pasado que fue hace un instante lo que quieras contar.
Se termina el día, un día que para algunos es un fin y para otros un final pero nunca será un día sin sentido,sin nortes, sin faros que alumbren lo que vendrá.