Eres.

Eres.

Eres el aliento de mi vida.
La razón de mi sonrisa.
Eres el oxígeno que respiro.
Y el motivo por el cual vivo.

Eres la luz de mis ojos.
De mi vida el gran tesoro.
Eres la lluvia que refresca mi alma.
Y el sol de mis mañanas.

Eres la responsable de todas mis ilusiones.
El combustible que hace que mí ser funcione.
Eres el alimento que necesito.
Y quien provoca a mi corazón los latidos.

Eres la ilusión de mi amor y mi vida.
El amor de mi alma el que nunca se olvida.
Eres mi cielo y quien mi camino ilumina.
Y el dulce sueño que en mis noches me visita.

Eres el agua que calma mi sed.
Mi dicha y mi razón de ser.
Eres mi realidad y mis sueños.
Y de mi alma la luz que me hace eterno.

Eres la melodía que sale de mis labios.
La briza de amor que moja mi cuerpo en verano.
Eres el consuelo que me abraza, en días de nostalgia.
Y mi luz cuando la oscuridad avanza.

Eres la claridad de mis pensamientos.
Mi único ángel y de todo lo más bello.
Eres De mis días la aurora y el alba.
Y la mitad que para ser feliz necesitaba.

Eres la voz que en el silencio me guía.
Por el camino correcto y al encuentro con la alegría.
Eres el arcoíris que se posa en mi vida.
Y la magia que me da paz y dicha.

Eres la fuente de mi energía.
Mi equilibrio y mi armonía.
Eres la fuente inagotable de amor
Y el regalo más lindo de Dios.

Eres la fuerza de mí ser para no desistir nunca.
Mi inspiración y mi musa.
Eres la perfección echa mujer.
Y quien alimenta mi fe.

Eres el agua que me revive cuando estoy sediento.
Eres el sol de mí cielo.
El sentimiento más profundo que brota de mi alma.
Y la inspiración para escribir estas palabras.

Eres la alegría de mi alma.
Mi estrella de la madrugada.
Eres mi manantial de paz.
Y la mujer a quien siempre voy amar.

Boyo Lucio Martínez.