El contraste.

El contraste

Su rostro refleja fuerza y misterio.
Semblante con mucha singularidad y bello.
Al mirar dicho contraste, intriga me provoca.
Pues no son afines sus ojos y su boca.

Sus labios una sonrisa bella muestran.
Mas sus ojos mucha tristeza reflejan.
Ese mirar de pena me inquieta y me mata.
Lo opuesto de su sonrisa, que me alegra el alma.

Tal vez sus ojos, sufrimiento han visto de más.
Sufrimiento que la boca los invita, ya no recordar.
De la pena en su mirar, el motivo me gustaría saber.
Y ser aliado de sus labios, para felices poderlos ver.

Esos ojitos que muestran nostalgia.
Sin saber que con su brillo producirían magia.
Como saber el motivo de tal melancolía.
De saberlo a borrarlo me dispondría.

Para poder ver afines su mirar y su sonrisa.
Esa curva hermosa, que de luz su rostro salpica.
Que, como sol en el cielo, el día ilumina.
Mueca bella, que la hace ver divina.

Porque se dé esa conexión, a Dios le rezo.
Y sueño que el antídoto, sea darle un beso.
Un beso que la felicidad completa le retorne al rostro.
Por qué así sea, ante un altar a orar me postro.

De lograr que, a sus ojos vuelva nuevamente la felicidad.
Habrá valido bien la pena, por esta vida transitar.
Y por siempre yo también poder sonreír.
Sería como cuento, con final feliz.

Boyo Lucio Martínez.
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