Carta para el Amor.

Carta para el amor:
Hoy te escribo porque lo necesito y no por miedo. Te plasmo mis letras en esta hoja porque te lo mereces. Gracias por darme un romance de cuentos que pocos pueden tener. Agradezco al arco de cupido por flechar mi corazón, aprendí a amar ciegamente, me podía lanzar al vació por esa persona. Comprendí a pensar, primero por los demás que en mí. Pude compartir mi camino con la persona indicada y sonreírle a la sinceridad. Conocí la amistad de chicos que parecían tóxicos y me demostraron que estaba equivocado; demostraron talentos y potenciales que podían mejorar. Ellos fueron el pilar de mis sueños, la batería de este control; son todo lo que necesito para ser feliz. La vida dada es la mas estable, en este mundo mío. En los cálidos brazos de mis amigos me siento en casa, sus miradas son puertas nuevas; mundos que quiero navegar. Descubrí que cada persona tiene su mundo privado y que yo conservo el mío. Cuento los días para verla y besarla, demostrarle que la extrañe.
Carta para el amor de mie…:
Tu cupido, me has arrebatado todo lo que me hacia feliz, apagaste el faro del muelle, ahora no tengo que me guie a tierra firme y por tu culpa me acabe hundiendo. Dejaste caer esa roca de rencor en mi corazón de cristal, ahora lo divertido se me hace aburrido. Mis amigos resultaron ser falsos y tóxicos, pero era yo quien no quería notarlo porque me lastimaba. Querían convertirme en un esclavo, buscaban que les diera la razón, me buscaban cuando se desmoronaban y me abandonaban cuando recuperaban su felicidad. Le pedí las llamas del amor a cupido y acabo vendiéndome las cenizas del cuento. Hizo que me cegara por la chica equivocada, que me partió en mil pedazos el corazón y botándome en el desierto sin una gota de agua, ni paraguas para el sol; mis pies arden. Compartir mi camino conllevo a encontrarme con baches que provoco ella con su comportamiento. Amigos que me arrojaron al mar sin salvavidas ignoraban mi cuerpo desesperado, me dejaron en medio de polo norte desnudo, sin abrigos. Ninguno de ellos era mi pilar; fueron la dinamita que destruyo mi construcción. La desconfianza flota como humo, siento sus abrazos y el filo de su traición en mi espalda. Debí pensar en mí, siempre, porque ellos no supieron agradecer mi esfuerzo. El amor se convirtió en un trago amargo que vomite en el pavimento. Me traicionaron los que me prometieron lealtad, me dejaron morir en esta guerra contra el dolor, ella fue mi médico, pero hoy me dejo desangrar en campo abierto. El amor y la amistad siempre será la causa de mis heridas, pero sé que un par de amigos tóxicos no son todos los amigos. Te odiare cada década por quitarme la sonrisa y mi soledad, no, no quiero la compresión de cupido ni la esperanza, solo quiero alejarme de estas agujas y volar como globo de gas en este hermoso cielo.
Posdata: No me busques, cupido.
Con cariño, tu querido poeta.

Autor: Arnold Uriostegui Neri.

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