Mi enemigo el amanecer

Me adentro en lo desconocido,
Donde solo se escucha el ruido
De mis sordos pies arrastrarse.

De la noche solo pido la oscuridad,
Esa que solo me deja pensar en
La beldad de tus negros ojos
Tristes y abandonados.

Mi alma es nocturna, pues solo
En las noches puedo soñar,
con alma taciturna al
Ver la inmensa luna brillar en el
Cielo, me da por cantar.

Así dedicarle mil coplas al ocaso y callando al alba,
Dejando de hacerle caso a los rayos de
Sol entrando por la ranura de la aldaba.

La noche es mi amada, eterna enamorada.
Con ver ese oscuro manto en el firmamento
me recuerda a su pelo, lleno de estrellas, luces
Bellas que me roban el aliento cual hechizos
Que bajan por sus rizos.

¿Cómo es que tanta oscuridad, alberga tanta belleza?

Envídiame, tu amanecer,
Aunque tú no lo puedas creer la noche es mía.
Pues tal vez tú la sientas fría, para mí
Emana más calor que ni el mismo sol.