Correlimos de tu amor

poema de kormoran

Sentí nostalgia del mar.
Viví con ganas de amar.
Mientras caminaba por la orilla.
Rodeado de belleza que maravilla.

Evitando que las olas de tu calor.
Me volviesen a mojar.
Levantando la vista al cielo.
Cómo esas gaviotas que echaron a volar.

Me detuve un ratito para escuchar.
Tu voz pérdida
Entre el bramar de las olas.
Descansé un minuto a solas.

Esperando que el amanecer.
Llenase de luz débil mi paso.
Deseando encontrar una caracola.

En la que el eco de tu corazón.
Me dijese que no estaba solo.

Pero no hallé más que arena y agua.
No encontré tu duna.
No me perdí en tu luna.
Porque ya se dislumbraba.

Un rayo de sol en el horizonte.
Ya coronaba ese monte.
De nombre Buciero.
Ya dejaba de ser altanero.

Por la belleza a sus espaldas.
Naranja entre nubes grises.
Y melancolía en lo que me dices.

Morriña a la entrada de la cueva.
Aventura que no es nueva.
Como el correlimos.
Corrí por delante de la ola y tu amor.

Para de nuevo girarme y volver.
Sobre mis pasos.
Y deseé entrar en la cueva de tu corazón.
Siempre retornaba a ese sentir.

Pero las gaviotas no vuelan en la cueva.
Calculé mal la altura y choque.
Con tu pared y me quedé con sed.

Caí en el conocimiento.
Y rasgue mi corazón.
A la vez que me mojaba en la sabiduría.
De saber que tu amor no me encontraría.