“ESPOSA MÍA, AYÚDAME A CRIAR UN HIJO”

Ayúdame a esculpir a un hombre
¡Mi partida está pronta!
Cuando su moral flaquee enséñale tus manos encallecidas
Cuando su valentía parezca escasa muéstrale lo que falta por hacer
Cuando ofenda a un hermano muéstrale a los que nos ofendieron y compáralo con ellos
Cuando reniegue de Dios muéstrale a su madre
Si suspira locamente enamorado muéstrale antes el deber a sus espaldas
Si pregunta por su padre ponlo ante el espejo
Si nace en su pecho la traición y la codicia háblale de las hijas del “Rey Lear”
¡Mi partida está inexorable!
Tómalo de la mano y enrúmbalo por la conciencia
Enséñale que no tendrá en la vida mejor amigo que un libro
Enséñale los rectos caminos de la moral
Cuando su corazón clame adolorido enséñale nuestras cicatrices
Cando su existencia sea escasa enséñale que no nos pertenece
Guía su mano firme por el camino de la conciencia
Edúcalo en la ciencia y el amor
¡Mi partida está cercana!
Enséñale a levantar a un hermano y saludar a un mendigo
Dale un beso tierno en la frente y bendice su sabiduría
En su onomástico regálale un libro…
Que en sus tiempos libres admire a Vallejo
Que en sus estudios ejercite a Marquez
En sus meriendas saboree a Victor Hugo
Que juegue con Arguedas y pelee con Neruda
Que se amiste con Benedetti y admire a Galeano
Vístelo de Hamlet en su graduación escolar
Pega en sus paredes a Homero y forra sus libros con Becquer
Enséñale a tener un poco de “Fausto” y mucho de Madeleine (Jean Valjean)
Y dile que lo amo.
¡Mi partida está presente!
Recuérdale cómo nos enamoramos
Recuérdale que el amor y el respeto son inseparables
Que un hombre es el caballero andante de su amada
Si se rinde enajenado a un vicio
dile bajito al oído que su padre tuvo tres
Su hijo,
su esposa
y un libro
Y si a pesar de todo huye del amor
Abandona el recto camino de la moral
Ofende a un hermano
Reniega de Dios
Y abofetea a un libro
Enséñale tus manos envejecidas y la puerta ancha,
Ante Dios habrás cumplido…