Pagando las deudas.
El rastro de una forma desvanecida aventurada a los escondites del agua, desfavorecida por las señales que no llegaron a las orillas.
Fue hace eones complice con nuestras mentiras arrastrando así las balsas a puertos seguros. pero, ¿es apropiado construir un imperio sobre huesos?
Los impíos le juraron lealtad a los mundanos placeres de la carne y se entregaron al vino, como la culpa se entrega al culpable, y perecieron en el océano que es ahora desierto.
Yacen aun, bajo las dunas.
Brujas, brujas del tiempo que redimieron a esos impuros y los salvaron del averno, brujas que pululan ahora bajo nuestra piel y se abren en las noches a través de nuestras yagas, y ven este nuevo mundo con azules ojos que devuelven, solo a veces, la mirada. Mirada atormentada e insana, que no da pie a la duda de los soñadores que supieron callar los secretos de los antiguos.
Hoy pagamos las deudas con dioses desconocidos y ajenos a nosotros mismos.
Pagamos las deudas.
Pagamos las deudas, sin saber porque,
Pagamos las deudas.
¿Terminara tormentosa esta era?
¿O saldremos inmaculados desde debajo las arenas?
Comentarios & Opiniones
Acero muy interesante tu composición, un placer la lectura. Saludos
Saludo nuevo.
Las deudas están porque se aceptaron pagar o se obligaron a otros a pagarla a fuego y espada. Es posible eximirse, pero se debe salir del circuito donde se mueven sus leyes. Sus atractivos, su magia no es fácil evitar. Éxitos.
Bueno no hay acto sin consecuencias creo yo, así que lo justo es pagar, aunque luego renazcamos. Feliz año nuevo poeta