evadiendo la vigilia

poema de Acero etereo

me arrastro a mi mismo, tomando mis costillas,
al sueño que perdura y me quedo en su eco.
antes de volver a los castillos de arena
y al canto celestial de los canarios oníricos
siento las sabanas, suaves, acariciando mi cuerpo.
si algo perturba mi sueño y despierto, entonces
me esfuerzo, y de nuevo, vuelvo a dormir.

estoy donde converge la lira de Orfeo
y el cuerpo peludo de las bestias...
si la culpa y la devastación tocan la puerta
o si acaso la lagrima gorda llega,
serán mis sueños reparadores y daran
revancha; por y mi y por todos los sufrientes.

estoy donde la hidromedusa da origen
a los astros que rigen los cielos...
si el desamor y la pobreza anudan mis deseos
o si acaso la voluntad flaquea,
serán mis sueños reparadores y daran
revancha; por mi y por todos los sufrientes.

estoy donde los exorcistas lloraron
y ocultaron la fragua de dios
para mi y para todos los sufrientes...

el sueño se desvanece y me deja a medio consolar
en una realidad mas traumada e irrecuperable
que antes.
pasaran las horas y nada cambiara,
hasta que el sueño me invada y vuelva a la realidad
que tanto amo.